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¿Neta no sabías esto del WhatsApp? Te va a volar la cabeza

 Mira, si eres de los que usan WhatsApp pa’ todo —mensajitos con la banda, el grupo familiar que nunca calla, los audios eternos de tu tía— entonces este artículo es pa’ ti. Porque sí, el Whats no sólo sirve pa’ mandar stickers y quejarse del tráfico. Tiene unas funciones bien escondidas que neta te van a cambiar la jugada.

Imagen: www.20minutos.es

No es puro choro. A veces uno se queja de que WhatsApp ya parece más tóxico que tu ex. Pero también tiene sus cosas chidas... si sabes dónde buscar.

En esta lista no te voy a echar las mismas jaladas de siempre, como “archivar chats” o “activar el modo oscuro”. Nah. Vamos con trucos netas, de esos que hacen que parezcas hacker aunque nomás sepas prender el cel.


La bendita función del modo avión: el truco más chido

Aquí empieza la magia. ¿Alguna vez te han mandado un mensaje que sabes que no debes leer... pero lo lees? Y ¡pum! El doble check azul te delata como soplón.

Pues con el modo avión, puedes leer mensajes sin que se marque como leído. Sí, así como lo lees.

Solo activas el modo avión, abres el WhatsApp, chismeas el mensaje, cierras todo, y luego ya quitas el modo avión. ¡Y nadie se entera! Te quedas como ninja digital, sin dejar rastro.

Y lo mismo va con los audios. ¿Te da flojera contestar, pero quieres saber qué dijo? Modo avión, papá. Reproduces el audio y listo, no hay evidencia.

Este tip está bien rifado pa’ cuando no quieres drama pero sí necesitas saber qué onda.


Esconde tu rastro como ninja: modo invisible y más

Otra función bien escondida es esa de ocultar tu última conexión y si estás en línea. Muchos creen que con solo desactivar el “visto” ya son invisibles... pero nel. Si estás en línea, ahí te tienen checadito.

Lo bueno es que puedes activar el “Nadie puede ver que estoy en línea”. Vas a Ajustes > Privacidad > Última vez y en línea y seleccionas “Nadie”.

Y si no quieres que te vean escribiendo o grabando audio... pues eso ya está más hardcore, pero hay apps de terceros o atajos con el teclado que ayudan.

En resumen: sí se puede ser un fantasma digital. Y más de uno lo agradece cuando está hasta el gorro de notificaciones y quiere paz.

Y mira, te lo digo desde la experiencia: a veces WhatsApp se vuelve tan ruidoso que ya ni la piensas. Activar estas cosas me ha devuelto el control. Porque neta, ¿a poco no cansa estar siempre “disponible”?


Silencio, que estoy chambeando: el truco para no volverte loco

Si eres de los que tienen grupos hasta del kinder, sabrás lo que es querer aventar el celular por la ventana.

Una joyita poco usada es la de silenciar chats para siempre. Antes se podía por unas horas o días, pero ahora puedes ponerle “silenciar para siempre” y adiós estrés. Vas al chat, tocas los tres puntitos > Silenciar notificaciones > Para siempre.

Y si quieres paz de verdad, activa el “Modo concentración” de tu cel, y que el Whats ni suene.

Otra opción es configurar notificaciones personalizadas. Así sabes si el que te escribe es tu jefe, tu morra o el güey del grupo de memes. Ahorras energía mental y no estás corriendo a ver el cel cada dos segundos.

Créeme, yo llegué a sentirme invadido por tanta notificación. El celular ya no era una herramienta, era una cadena. Silenciar chats fue como quitarme un costal del lomo.

Imagen: laverdadnoticias.com


Blindaje contra el chismoso: funciones de privacidad bien perros

WhatsApp tiene unas armas pesadas pa’ defender tu intimidad, pero están bien escondidas.

La más importante: verificación en dos pasos. Es como ponerle doble candado a tu cuenta. Entras a Ajustes > Cuenta > Verificación en dos pasos, activas y metes un código de seis dígitos que solo tú sabes.

Luego tienes el rollo de los dispositivos conectados. ¿Y si alguien se metió a tu cuenta desde su compu? Ve a Dispositivos vinculados y checa si hay algo sospechoso. Desde ahí puedes cerrar sesiones remotas.

También puedes bloquear contactos, y si alguien te está molestando, denunciarlo directo desde el chat. Sin miedo, ¿eh?

Y lo más top: controlar quién ve tu foto, tu estado y tu info personal. Puedes poner que solo tus contactos (o nadie) vean esa info. Porque uno nunca sabe quién anda ahí fisgoneando.

Y no es paranoia. Yo mismo a veces siento que todo lo que compartes por Whats es como dejar tu diario abierto. Meta no da paso sin huarache, y uno no sabe qué hacen con nuestros datos. Hay que andar al tiro.


Meta y su ojo que todo lo ve: aguas con lo que compartes

Ahora sí nos ponemos serios.

WhatsApp es parte del imperio de Meta, y eso significa que tus datos valen oro. Aunque dicen que usan cifrado de extremo a extremo —que sí, es cierto— eso no quiere decir que todo es privado.

El contenido de tus mensajes está seguro, pero la info de tus contactos, tus horarios, patrones de uso, todo eso sí se comparte con sus algoritmos. Y de ahí pa’l real.

Además, Meta tiene esa maña de “unificar experiencias”. Es decir, que tu info de Facebook, Instagram y WhatsApp se junta. ¿Y pa’ qué? Pues para venderte cosas, dirigir anuncios, y saber más de ti que tu mamá.

Por eso es clave que revises bien qué permisos das, qué compartes y cómo usas la app. No se trata de vivir con miedo, pero sí con los ojos bien abiertos.

Yo he sentido esa incomodidad de saber que una sola empresa controla tanto. Y aunque no dejo de usar WhatsApp porque se volvió esencial, sí lo uso con más cuidado. Porque no todo lo que brilla es oro, carnal.


Mi experiencia: útil pero con sus bemoles

No voy a negar que WhatsApp me ha hecho la vida más fácil. Desde coordinar la chamba hasta echar relajo con los cuates, es la herramienta número uno.

Pero también tiene sus broncas. Como ya dije, la saturación de notificaciones es real. De pronto te das cuenta que no vives, sino que solo respondes mensajes.

Y eso de que Meta tenga tanto poder sobre nuestra info, pos tampoco me deja tranquilo. No todo se soluciona con cifrado.

A veces siento que WhatsApp se mete demasiado, y aunque intento usar sus funciones para limitar eso, sigue habiendo huecos.

Por eso estas funciones ocultas son tan valiosas. No solo son trucos, son herramientas pa’ tener control, pa’ que tú decidas cómo usas el Whats y no al revés.


¿Y tú, ya te volviste pro usando el Whats?

Mira, no se trata de volverse paranoico, ni de andar todo el día con el modo avión. Pero sí de entender que WhatsApp no es solo un app inocente. Es una herramienta poderosa, y como toda herramienta, depende de cómo la uses.

Estas 5 funciones ocultas de WhatsApp pueden cambiar la manera en que te comunicas. Algunas son pa’ tener paz, otras pa’ protegerte del chisme, y otras pa’ que no te vean la cara.

Así que ya sabes: el Whats no es solo pa’ memes. También puede ser tu aliado si sabes cómo sacarle jugo.


Fuentes consultadas:

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