No hay plazo que no se cumpla ni tecnología que no se actualice. Ya estamos en 2025 y la neta, si no estás al tiro con lo que viene en tecnología, nomás te va a cargar el payaso. Lo que antes parecía ciencia ficción hoy es pan de cada día, y los expertos ya se pusieron a hacer quinielas sobre qué tecnologías van a romperla este año. Spoiler: no todo es robots ni inteligencia artificial, también hay temas como el cuidado del planeta, el rollo de los datos, y hasta cosas que uno diría “esto ya lo había visto en una película de Marvel”.
Ahora sí, sin tanto choro, vamos a echarle un ojo a las meras buenas: las tendencias tecnológicas emergentes que van a dar de qué hablar en 2025. Todo esto lo saqué de gente que sí le sabe —como los de Gartner, Telefónica, CIO y varios gurús tech—, así que no me estoy sacando nada de la manga.
Primero lo primero: la inteligencia artificial sigue siendo la reina del baile. Pero ya no se trata nomás de chatbots que medio te entienden o asistentes de voz que nomás sirven para poner música. Ahora se viene con todo lo que llaman la IA Generativa, una bestia que no solo responde preguntas, sino que crea cosas: textos, imágenes, videos, música y hasta código. O sea, ya no hay que tenerle miedo a que te reemplace un robot, más bien aprende a usarlo como tu achichincle digital. Esta IA puede hacer desde campañas de marketing hasta redactar demandas legales. Sí, así de cabrón.
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. Esta onda de la IA también está levantando polvo porque hay quienes la usan pa' hacer deepfakes, manipular información o espiar al prójimo. Por eso otra tendencia que viene pegando duro es la ciberseguridad reforzada con IA. Es como apagar fuego con fuego: la misma tecnología que puede meterse hasta la cocina, también te puede proteger de los que quieren hacerlo.
Pasando a otro tema que parece salido del futuro, está la computación cuántica. A ver, no te me espantes, no necesitas ser científico de la NASA para entenderle. Lo que pasa es que la compu cuántica no se basa en los ceros y unos de toda la vida, sino en qubits que están medio locos porque pueden ser cero y uno al mismo tiempo. ¿Y eso para qué sirve? Pues para resolver broncas que a las compus normales les tomarían siglos, como simular reacciones químicas, modelar el clima del planeta o descifrar claves más rápido que un hacker con tiempo libre.
Aunque todavía no está al alcance del pueblo bueno y sabio, ya hay empresas que están invirtiendo millones (sí, millones de dólares) para sacarle jugo. Así que si escuchas “cuántico” no pienses en Dr. Strange, piensa en una tecnología que sí puede cambiar al mundo, aunque ahorita parezca lejana.
Y si de cambiar el mundo hablamos, otra de las tendencias que va en subida es la tecnología sostenible. Ya nos cayó el veinte de que estamos tronando el planeta, y ahora las tech están poniéndose las pilas con soluciones ecológicas. Por ejemplo, están creando centros de datos verdes, que no chupan tanta energía, o están diseñando hardware que dura más y se puede reciclar fácil. También está el software ecológico, que consume menos recursos y ayuda a reducir la huella de carbono.
Aquí entra otro término mamalón: Green IT. No, no es que las computadoras se pinten de verde, sino que toda la infraestructura digital sea más amigable con el medio ambiente. Si tienes una empresa y no estás viendo cómo bajar tu consumo energético, aguas, porque pronto te va a alcanzar la ley o te van a tachar de enemigo de la Tierra.
Otra cosa que ya no es cuento chino (aunque sí tiene mucho que ver con China, por cierto) es el famoso metaverso. Este universo virtual que hace un par de años parecía puro humo, hoy está tomando forma, pero no como muchos lo imaginaban. No se trata solo de ponerte unos goggles y pasearte por un mundo ficticio como en un videojuego. Ahora las empresas están usándolo para capacitar empleados, hacer simulaciones industriales, e incluso para consultas médicas.
Y si bien el hype ha bajado un poco desde que Zuckerberg nos vendió la idea, la neta es que el metaverso industrial está agarrando forma más rápido que el de los videojuegos. Ya hay fábricas que operan gemelos digitales de sus líneas de producción, y eso les permite detectar fallas antes de que algo truene. Así que no te burles si ves a alguien con casco de realidad virtual en la chamba, probablemente está haciendo más que tú en tu Excel.
En esa misma línea futurista están los robots autónomos. Y no, no son como los de Terminator (todavía), pero ya están muy cerca de ser tus compañeros de chamba. En logística, manufactura y hasta en hospitales, hay robots que ya no necesitan supervisión constante. Tienen sensores, cámaras, inteligencia artificial y autonomía para moverse, decidir y actuar. Ya se rifan la talacha solos.
Y aquí es donde entra otra joya: la automatización inteligente, que es como el combo breaker de la tecnología moderna. No solo se trata de que una máquina haga el trabajo repetitivo, sino que lo haga con inteligencia. Esto se llama hyperautomation (sí, todo pegado, en inglés pa' sonar más mamador), y es una tendencia que combina varias tecnologías: robótica, IA, análisis de datos y hasta procesos automatizados (RPA, por sus siglas en inglés).
Con esto, las empresas están quitando tareas aburridas, reduciendo errores y acelerando todo. Pero no te espantes, no significa que se van a quedar sin chamba todos, más bien hay que aprender a chambear con la tecnología, no contra ella.
Hablando de trabajo, algo que va a marcar el año es la experiencia digital personalizada, o sea, que cada quien tenga una interacción distinta con los sistemas según sus gustos y necesidades. Las marcas ya no se conforman con venderte algo, quieren que sientas que eso fue hecho pa' ti. Y aquí entra la inteligencia artificial otra vez, analizando tus datos, tus patrones de consumo y hasta cómo navegas en una página para darte justo lo que buscas... o lo que no sabías que querías.
Y ya que estamos hablando de datos, hay otra joya que no podemos dejar pasar: el gobierno de datos. Cada vez generamos más y más información, y eso puede ser oro puro o una bomba de tiempo. Las empresas ya están adoptando tecnologías para manejar esos datos como se debe: ordenarlos, protegerlos, analizarlos y aprovecharlos. Porque sin eso, se vuelven puro chisme digital.
Por último, pero no menos chido, están los sistemas adaptativos de IA. ¿Qué son? Pues inteligencias artificiales que aprenden en tiempo real, no solo de los datos históricos. Esto les da chance de reaccionar ante cosas nuevas sin tener que reprogramarlas. Es como si fueran aprendiendo sobre la marcha, igualito que uno cuando le echa ganas en la vida.
Y esto no es ciencia ficción. Ya hay compañías que usan este tipo de sistemas para detectar fraudes en segundos, ajustar precios dinámicamente o mejorar la logística según el clima, el tráfico o lo que pase en el momento. Están cañones.
Conclusión
El 2025 se perfila como un año bien cargado de tecnología que no solo está de moda, sino que de verdad cambia el juego. La inteligencia artificial ya no es un lujo, es una necesidad. La sostenibilidad tecnológica no es una opción, es responsabilidad. Y la automatización, la computación cuántica y el metaverso están dejando de ser promesas para volverse realidades del día a día.
¿Va a estar fácil? Nel. ¿Va a estar emocionante? ¡A huevo!
Así que si estás leyendo esto y todavía no le entras a estas ondas, ponte trucha. Aprender, adaptarte y ser parte del cambio no solo te puede salvar el pellejo laboral, sino que te puede poner a la vanguardia. Y si ya andas metido en esto, entonces sigue dándole porque lo que viene… viene fuerte.
Fuentes de consulta:
- Telefónica | https://www.telefonica.com/es/sala-comunicacion/blog/tendencias-tecnologicas-claves-2025
- CIO | https://www.cio.com/article/3802217/cinco-predicciones-sobre-las-tendencias-tecnologicas-emergentes-de-2025.html
- Gartner | https://www.gartner.es/es/articulos/principales-tendencias-tecnologicas-2025
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