Uno anda navegando en internet y de repente te topas con que Xiaomi se aventó otro gadget, ahora una tablet bien coqueta: la Xiaomi Pad 7S Pro. Y sí, la neta, suena a que viene con todo el power para ponerse al tú por tú con las grandes, pero sin dejarte la cartera chillando. ¿Será verdad o es puro humo? Pues acá te va el chisme completo.
Desde que la ves, esta madre ya impone. Tiene un diseño que no pide permiso, parece más iPad que muchas tablets Android. Los bordes rectos, ese acabado metálico que se siente premium y los colores que te hacen voltear a verla dos veces. En serio, si la traes en la calle o la sacas en la chamba, mínimo tres compas te preguntan qué es eso y dónde la conseguiste. No es broma.
La pantalla es otro rollo. Estamos hablando de un panel LCD de 12.4 pulgadas con resolución 3K y una tasa de refresco de 144 Hz. ¿Qué significa eso? Que todo se ve perrón. Ya sea que estés viendo videos, stalkeando en redes, o echándote unas partidas del Call of Duty, el nivel de fluidez y detalle te deja como niño con juguete nuevo. No tiene nada que envidiarle a los paneles AMOLED, la neta.
En cuanto al rendimiento, aquí es donde Xiaomi se la rifa. Montaron un procesador Snapdragon 8 Gen 2, que para no hacerte bolas, es casi lo más top que hay ahorita. Corre todo sin despeinarse. Apps, juegos pesados, edición de video o andar con mil pestañas abiertas mientras ves YouTube, ni se inmuta. La RAM varía según la versión, pero si te vas por la de 12 GB, básicamente puedes invocar a Shazam sin lag. Es un monstruo disfrazado de tablet.
Las cámaras no son cualquier cosa, aunque seamos sinceros: ¿quién usa una tablet para andar de fotógrafo? Aún así, trae un sensor trasero de 50 MP que graba en 4K y una frontal de 32 MP que no tiene pierde para videollamadas. Si te gusta grabar o hacer lives, esta es la tuya. La calidad es digna, aunque no es su fuerte principal.
La batería es de esas que dices “ay papá, esto sí rinde”. Con 10,000 mAh puedes usarla todo el día sin preocuparte. Ya sea en la oficina, en clase o echando maratón de Netflix, esta madre no se raja. Y si se te acaba, tiene carga rápida de 67W. Básicamente, te echas un café y ya tienes otra vez medio día de uso.
Y sí, no falta el detallito con el sistema operativo. Corre con HyperOS, que es la nueva versión de MIUI, pero más pulidita. Basada en Android 14, es fluida, bonita y sin tanto bloatware. Aunque como buen usuario Xiaomi, ya sabes que hay que darle chance unas semanitas para que se acomode todo. Pero en general, bien.
Otro puntazo es que es compatible con el stylus de Xiaomi y con el teclado magnético. Esto la convierte en una opción real para los que buscan una estación de trabajo portátil. O sea, sí te puedes aventar tus presentaciones, editar cosas y hasta tomar notas en chinga como si fueras Godínez versión deluxe.
Ahora, vamos a lo sabroso: el precio. En comparación con el iPad Pro, esta tablet es un regalo. Por lo que ofrece, no tiene madre que esté por debajo de los 800 dólares en otros mercados. Si llega a México con ese mismo rango, va a romperla. Porque seamos claros, nadie quiere pagar veinte mil pesos por una tablet si puede tener algo igual o mejor por la mitad.
Comparada con la Xiaomi Pad 7 normal, esta versión Pro se la lleva de calle. Mejor pantalla, más potencia, más batería, más todo. Y si le tiras al mercado de Samsung o Apple, pues ahí sí depende del ecosistema que uses, pero en potencia-precio, la Xiaomi sale bailando como reina de la feria.
Al final del día, ¿vale la pena? Pues mira, si buscas una tablet para trabajar, consumir contenido, jugar duro y tener estilo sin vender un riñón, esta es la elección obvia. Xiaomi se la está jugando fuerte con este modelo, y honestamente, sí tiene con qué presumir. Es como ese compa que se ve tranquilo, pero cuando habla te deja con la boca abierta.
Así que, si andas buscando una tablet matona, sin pretensiones pero con todo el poder, la Xiaomi Pad 7S Pro es una compra segura. No es bluff, no es pose: es la neta.
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