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¿Qué onda con los Nothing Headphones?

 Mira, si estás en busca de unos audífonos que no parezcan copia barata de los de siempre, los Nothing Headphones 1 llegan como ese compa que se viste raro, pero bien, y no pasa desapercibido ni por error. Aquí no hay medias tintas: o te enamoran o te sacan de onda, pero indiferente no te dejan.

Desde que la marca Nothing se puso las pilas y sacó sus primeros gadgets, dejó claro que no venía a seguir tendencias, sino a inventarlas. Y estos headphones lo confirman. Son como ese vato excéntrico del salón que todos voltean a ver... pero que además saca puro diez. Bueno, casi.

Nothing Headphones (imagen: global.techradar.com)

Vamos a darle una buena revisada a este producto, pero con la neta en la mano, sin guantes ni pelos en la lengua.

Diseño que no pasa desapercibido

La primera vez que los ves, neta sí sorprenden. Tienen ese look retro-futurista, como si te los hubieras robado del set de una peli de ciencia ficción de los ochenta... pero hechos con los materiales de hoy. Y sí, la diadema es ajustable con precisión, no como esos que te dejan orejón de un lado.

El chasis es ligero, sobrio, pero atrevido, con esas transparencias que se han vuelto el sello de la marca. Te hacen sentir que traes algo distinto, como cuando alguien llega con tenis nuevos y todos voltean.

Como dijiste tú: “Su diseño no deja indiferente a nadie.” ¡Y vaya que no! Si buscas llamar la atención sin hacer el ridículo, estos son para ti.

Comodidad que aguanta vara

Una cosa es que se vean chidos, pero otra es que te los aguantes tres horas sin sentir que te están exprimiendo el coco. Aquí, Nothing lo hizo bien. La presión es justa y las almohadillas son de esas que te abrazan las orejas sin pedir permiso. No se sienten ni apretados ni flojos. Justo como nos gustan: bien puestos pero sin estorbar.

Resultan bastante cómodos de usar incluso tras largos periodos.” Tal cual. Aquí no te los vas a querer quitar. Ya sea en el jale, en la escuela o en el camión, estos audífonos no molestan. Y eso, banda, es más raro que encontrar un taquero que no te juzgue si pides sin cebolla.

Calidad de sonido: ¿nomás finta o sí rifan?

Aquí viene lo bueno: ¿cómo suenan? Pues mira, su sonido es redondo, balanceado y con buen punch, pero tampoco esperes el nivel de un estudio de grabación de MTV.

Para música urbana, electrónica o pop, van de lujo. Los bajos pegan sin romperte el tímpano, y los agudos no chillan como los de las bocinas del metro. En general, tienen un sonido limpio, bien ecualizado.

Pero si eres un audiofilazo, de esos que oyen jazz en vinil mientras acarician su barba, puede que te falte un poco de definición o personalización. No son malos, ni de chiste, pero no están hechos para diseccionar cada nota como si fueras ingeniero de audio de Luis Miguel.

Cancelación de ruido: ¿neta sirve o es puro cuento?

La cancelación de ruido activa que traen es... decente. No es la mejor del mercado, pero sí te aísla lo suficiente como para no oír al vecino que está regañando a su perro a las siete de la mañana.

En oficina, cafetería o en casa con la tele de fondo, se portan bien. No te van a dejar en silencio absoluto, pero sí te dan ese espacio mental que se agradece.

Lo chido es que no hacen ese efecto de “presión en la cabeza” que traen algunos modelos más intensos. Aquí, el ambiente baja de volumen, pero no te desconecta del mundo al 100%.

Nothing Headphones (imagen: 9to5google.com)

Conectividad y controles: aquí no hay pierde

Bluetooth 5.3, conexión rápida, cero dramas para emparejar con el cel, la compu o el smart TV. Aquí sí, Nothing se aplicó. Emparejan en chinga y se mantienen estables como compa sobrio en la peda.

Los controles son intuitivos, y el sistema táctil funciona bien. No andas batallando con botones raros ni adivinando cómo subirle al volumen. Todo está en su lugar, como debe ser.

Y si usas la app de Nothing, puedes ajustar un par de cosillas más, como la ecualización y los modos de uso. No es una app revolucionaria, pero sí cumple.

Detalles que le bajan puntos (sí, la funda te estamos viendo)

Aquí es donde las cosas se tambalean un poquito. Porque sí, el producto es bonito y suena bien... pero esa funda, caray. ¿Quién la diseñó, el becario?

La funda, por cierto, es bastante mejorable. La cremallera no fluye, tienen una estética demasiado básica… No está a la altura de lo que transmite el resto del producto.” Así, sin filtro.

Y tienes razón. Mientras los audífonos parecen salidos del futuro, la funda parece de lonchera escolar. Le falta onda, textura, calidad. Y eso, cuando estás pagando por diseño y estilo, pesa.

Ojalá que para la segunda edición se pongan las pilas, porque esta funda no da el ancho.

Batería y carga: lo que aguantan estos chulos

Aquí sí hay palomita. La batería rinde bastante bien. Te puedes aventar hasta 40 horas con la cancelación de ruido apagada, y unas 25 con todo prendido. Nada mal.

Y si se te olvidó cargarlos y andas a la carrera, con una carga rápida de 10 minutos te sueltan unas 5 horas de música. Eso se agradece más que cuando te dan doble tortilla en el taco.

Se cargan por USB-C, como debe ser, y en menos de una hora ya están listos para seguir la fiesta.

¿Y qué show con el precio?

Aquí es donde muchos levantan la ceja. Porque los Nothing Headphones no son baratos. No son los más caros, pero sí están en esa zona de “gasto consciente”.

Ahora, ¿vale lo que cuestan? Depende. Si eres alguien que valora el diseño, la comodidad y que suene decente para el día a día, sí lo valen.

Pero si solo quieres algo para escuchar podcasts o llamadas mientras barres, tal vez se te hace mucho gasto. Es como comprarte unos tenis de diseñador para ir al Oxxo.

¿Para quién sí son estos audífonos?

Estos audífonos son para banda que quiere estilo, sonido decente y comodidad. Para el que viaja, trabaja remoto, hace home office, edita contenido o simplemente le gusta ver series sin interrupciones.

Son ideales si te gusta sentirte diferente sin verte payaso, y si aprecias un gadget bien diseñado.

No son para DJs, ni para melómanos empedernidos, ni para el que va a llorar por cada peso gastado. Son para el que entiende que el diseño también es una experiencia.

Nada es perfecto: lo bueno, lo malo y lo mejorable

Lo bueno:

  • Diseño que rompe esquemas.
  • Comodidad de primer nivel.
  • Sonido equilibrado para todo tipo de música.
  • Batería que aguanta jornadas largas.

Lo malo:

  • La funda parece chiste (pero no lo es).
  • El precio puede dolerle al bolsillo codo.
  • La cancelación de ruido es buena, pero no sorprendente.

Lo mejorable:

  • App más completa.
  • Más personalización en el sonido.
  • Funda digna del producto.

Veredicto final: ¿valen la pena o te siguen vendiendo humo?

Si me preguntas así directo, sí valen la pena, siempre y cuando sepas lo que estás comprando.

No estás comprando los audífonos con mejor calidad de sonido del mundo, ni los que te dejan en completo silencio. Estás comprando un producto con alma, con una propuesta distinta, con una presencia que impone.

Te estás llevando un pedazo de diseño, un estilo que destaca, y una experiencia de uso muy bien pensada. Salvo la funda, claro.

Así que si estás cansado de traer lo mismo que todos, los Nothing Headphones son ese paso adelante que no sabías que necesitabas. Y cuando los traes puestos, se nota. Te ves diferente. Te oyes diferente. Y sí, también te sientes diferente.


Fuentes de consulta:

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