¡Ya valió madre el internet lento! Resulta que China se nos adelantó a todos y acaba de soltar la bomba: lanzaron la primera red comercial 10G del mundo. Así, sin tanto pedo. Mientras en otras partes seguimos batallando con redes que de milagro jalan, allá ya están conectándose a velocidades que uno apenas puede imaginar.
¿Y quiénes son los que están moviendo los hilos? Pues nada más y nada menos que China Telecom, con la ayuda de unos monstruos de la tecnología como Huawei y compañía.
El chisme completo es que esta nueva red de banda ancha 10G está corriendo ya en la ciudad de Wuhan (sí, esa mera donde empezó todo el relajo del COVID). Pero aguas, que esto no es un proyecto de laboratorio ni una prueba chafa: ya está operativa y abierta al público, para que los que viven allá se conecten como si estuvieran en un videojuego de última generación todo el día.
Imagínate, descargar una película 4K en lo que uno se echa un taco. O hacer videollamadas con tanta calidad que hasta se te ven los poros. Así de cabrón.
Según dicen, el sistema puede alcanzar velocidades de hasta 10 Gbps (de ahí el nombre 10G, no es por mamones). Para que te des un quemón, eso es 10 veces más rápido que el mejor internet de fibra óptica que usamos normalmente en América Latina.
Y no solo es velocidad. También estamos hablando de una latencia bajísima, o sea, el tiempo de respuesta es rapidísimo. Perfecto para los que juegan en línea, ven streaming, o trabajan con videoconferencias pesadas. Nada de que "se me trabó el Zoom" o "no me carga el Netflix", eso ya es historia en Wuhan.
Ahora, ¿cómo le hicieron los chinos para sacar esto? Pues resulta que los de China Telecom no se anduvieron por las ramas y armaron la red usando una combinación de fibra óptica de altísima calidad y una tecnología que ellos llaman FTTR (Fiber To The Room). Básicamente, se trata de meter fibra óptica directo hasta los cuartos de las casas o negocios. No es como aquí, que a veces nos dejan el cable medio pelón en la azotea.
Con el FTTR, cada rincón del cantón tiene conexión de lujo, nada de zonas muertas. Puedes andar en el baño, en la cocina, en la azotea... y el internet sigue volando.
Y bueno, además de la instalación mamalona, todo el equipo de transmisión y recepción es de última generación, compatible con 10G EPON (una tecnología de red óptica de muy alta velocidad). Los de Huawei ya habían estado cacareando que tenían esta tecnología lista, pero hasta ahora se había quedado en puras promesas. China Telecom fue el que puso toda la carne al asador.
Muchos se preguntarán, ¿y para qué carajos necesitamos 10G? ¿No es suficiente con el internet rápido que ya tenemos? Pues mira, si solo quieres ver memes y mandar stickers de WhatsApp, chance no te hace falta.
Pero si eres de los que descargan juegos de 100 gigas, hacen streaming en 8K, manejan casas inteligentes llenas de dispositivos conectados, o trabajan desde casa con cargas pesadas de datos, esto es el paraíso.
Además, no es solo cuestión de comodidad. Hay toda una visión estratégica detrás de esta jugada: China quiere ser el líder mundial en tecnologías de comunicaciones, como parte de su famoso plan "China 2025". No solo se trata de que la banda vea Netflix más rápido; se trata de soportar ciudades inteligentes, autos autónomos, operaciones médicas a distancia y toda esa onda futurista que a veces suena a ciencia ficción.
Con una red 10G, todas esas aplicaciones dejan de ser sueños guajiros y empiezan a ser realidad.
Y mientras ellos ya están en eso, acá seguimos peleándonos porque el módem se desconecta cada dos días...
Eso sí, no todo es miel sobre hojuelas. De entrada, montar una infraestructura así cuesta un huevo y la mitad del otro. China Telecom ha invertido una millonada en esto, y obviamente los primeros en disfrutarlo son las zonas más ricas y estratégicas. Los más jodidos todavía tendrán que esperar.
Además, para sacarle todo el jugo al 10G necesitas dispositivos compatibles: routers especiales, tarjetas de red capaces de soportar esas velocidades, etc. No es como que cualquier celular viejito se conecte y ya esté volando.
Por otro lado, todavía no hay estándares internacionales bien definidos para 10G en uso doméstico. Se está trabajando en eso, pero ahorita cada quien anda inventando su propia versión. Los chinos van un paso adelante, pero el resto del mundo tiene que ponerse de acuerdo para que no haya broncas de compatibilidad en el futuro.
Y sí, claro que hay quienes prenden el foco rojo sobre el tema de la privacidad. Sabemos que China no es precisamente un campeón de las libertades civiles, y una red de ultra alta velocidad también podría facilitar aún más la vigilancia masiva. En otras palabras: ahora sí te pueden espiar en 4K y a toda velocidad.
Pero dejando de lado las teorías de conspiración, lo que es un hecho es que los chinos ya nos ganaron otra vez la carrera tecnológica. Mientras en muchos países apenas se están acomodando con 5G y soñando con el 6G, allá ya tienen funcionando 10G en serio.
Un golazo de media cancha.
Y aunque en América Latina todavía estamos algo lejos de llegar a ese nivel (seamos realistas, ni para cuándo), las operadoras ya están poniendo atención. Tarde o temprano, la competencia global va a empujar para que aquí también empiecen a llegar tecnologías parecidas. No será mañana, pero la semillita ya está plantada.
Así que si eres de los que se la pasan renegando del Wi-Fi que no llega al baño o del lag en las partidas de Fortnite, pues ya sabes hacia dónde mirar: allá en el otro lado del charco, en una ciudad llamada Wuhan, el futuro del internet ya es cosa del presente.
Y nosotros, como siempre... viendo y aplaudiendo desde la banca.
Fuentes de consulta:
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